Takashi Murakami y sus cartas coleccionables: NFTs, TCGs y arte en sobres

15 de abril de 2025

Introducción

El coleccionismo ya no se limita a estampillas o cartas de juegos. En los últimos años, el arte también se ha convertido en un universo coleccionable: desde obras físicas hasta NFTs, pasando por colaboraciones pop y productos impresos. En ese cruce cultural destaca una figura imposible de ignorar: Takashi Murakami.

Famoso por su estética Superflat —figuras planas, colores vibrantes y una constante fusión entre manga, folclore y cultura pop japonesa—, Murakami ha colaborado con marcas como Louis Vuitton y Perrier, bandas como Blackpink y artistas como Kanye West o J Balvin.

Puede que te preguntes: ¿por qué invertir en un artista tan omnipresente? La respuesta está en su capacidad de habitar simultáneamente museos y mercados, de ofrecer piezas accesibles sin perder originalidad. Su trabajo trasciende formatos, y en los últimos años ha creado algo inesperado: cartas coleccionables de arte.

108 Flowers: Cuando las flores entraron a la Blockchain

En 2022, Murakami lanzó su colección de NFTs llamada Murakami.Flowers en Ethereum: 11,664 tokens inspirados en sus clásicas flores sonrientes. Como muchos proyectos NFT, fue víctima de la corrección del mercado post-pandemia. Pero los fans reales se quedaron —y fueron recompensados.

En 2023 nació 108 Flowers, una colección física de cartas basada en esas flores, lanzadas en sobres de 5 cartas, con rarezas variables. Una crítica directa a la especulación en el coleccionismo… y al mismo tiempo, un producto coleccionable más. El éxito fue inmediato: agotado en horas.

Luego vino 108 Flowers Revised, una reinterpretación con nuevas ilustraciones y cartas inéditas. ¿El resultado? Otro éxito que desapareció en menos de 24 horas.

Mononoke Kyoto: Cartas, museos y scalping silencioso

A inicios de 2024, Murakami presentó Mononoke Kyoto, su primera gran exhibición en Japón fuera de Tokyo. Para celebrarla, creó una nueva colección de cartas —bellísimas reinterpretaciones de sus obras anteriores—, accesible solo a los holders de Murakami.Flowers.

Y fue más allá: sobres exclusivos entre los primeros 50,000 visitantes del museo, colaboraciones con la revista Casa BRUTUS y hasta con el municipio de Kyoto, que las ofreció a quienes pagaran impuestos en la ciudad.

Más que una exposición, Murakami convirtió Mononoke Kyoto en una experiencia coleccionable viva, donde arte, mercado y comunidad se mezclan como nunca antes.

Jellyfish Eyes: un TCG de autor

También en octubre de 2024, Murakami presentó su primer Trading Card Game (TCG) real: Jellyfish Eyes, basado en su película de 2013. Todo comenzó con sobres gratuitos para quienes asistieron a una nueva proyección del filme, y luego en noviembre se amplió con una expansión completa: Friend Battle Alpha, con reglas, decks y condiciones de victoria.

Sí: Murakami creó un juego de cartas coleccionables real, anclado en su universo creativo.

Mi Experiencia

Conozco el trabajo de Murakami al menos desde 2012 cuando me topé en Youtube los videos Superflat Monogram y Superflat First Love, una serie de videos con estética anime que servían como anuncio para distintas colaboraciones del artista con Louis Vuitton. Aunque he admirado su trabajo desde hace tiempo, fue recién el año pasado que pude vivirlo en carne propia como coleccionista.

De aquí puedo desprender varios aprendizajes:

1. Déjate orientar: Aprendí que es mejor seguir el consejo de alguien con más experiencia, aunque el FOMO quiera controlarte, es mejor agarrarse las manos y no comprar ciegamente. Mirando hacia atrás, quizás hubiera comprado menos sobres de Mononoke Kyoto para asistentes del museo y quizás un par de la colaboración con Casa BRUTUS.
2. Hoy creo que es clave decidir tu siguiente paso, incluso antes de invertir: Abrir sobres es una experiencia casi ritual, pero si lo haces sin estrategia, puede convertirse en una ruleta. Yo definitivamente fui presa del FOMO y decidí abrir sobres sin pensarlo, en muchos casos me arrepiento, pero en otros realmente me siento satisfecho con las cartas que obtuve. Una estrategia más inteligente es separar una parte para guardar sellado a mediano o largo plazo.
3. ¿Flip o mantener a largo plazo?: Si tu intención es hacer un flip rápido, debes asegurarte de que el activo tenga suficiente movimiento, de otra forma, estarás manteniendo algo de mucho valor a largo plazo sin darle una salida. De todas formas, no desesperes, a veces lo mejor que puedes hacer con una carta valiosa o una pieza de arte es no ponerla en venta enseguida, sino dejarla madurar y esperar el momento adecuado. Pero eso también requiere paciencia y un buen olfato de mercado.
4. Sé cauteloso: Cuando algo ya explotó en precio, es probable que el ‘oro’ ya haya sido minado. Si llegaste tarde, mejor observar y prepararte para la próxima oportunidad. En mi experiencia, cuando vi los precios de 108 Flowers original, estos ya estaban en hasta 500 dólares la caja, para un precio de salida de 60, las cajas de Revised son mucho más accesibles incluso en estos momentos, por lo que es un coste más fácil de asumir.

Más allá del dinero, coleccionar estas piezas me conectó con algo más profundo: una mezcla de arte, historia, estrategia y emoción. Un espacio donde el arte no solo se observa, sino que se toca, se intercambia, se valora y se vive.

Reflexión final

En tiempos donde los mercados tradicionales se tambalean y los ahorros pierden valor frente a la inflación, considerar el arte, las cartas o los NFTs (con impacto real) puede parecer arriesgado… pero también puede ser una forma de participar activamente en la cultura.

Y en ese cruce entre arte, juego y economía, Murakami se ha convertido en un Warhol digital del siglo XXI.

Quizás el futuro del coleccionismo no se trate de elegir entre lo físico o lo digital, sino de aprender a navegar entre ambos mundos y entender que el valor no está solo en el objeto, sino en la historia que elegimos contar con él.