Be@rbrick: El juguete de diseño que se volvió parte de la cultura pop

11 de mayo de 2025

Be@rbrick: El juguete de diseño que se volvió parte de la cultura pop
general

Pocas figuras han logrado atravesar tantas fronteras del coleccionismo como Be@rbrick (o Bearbrick). Lo que comenzó en Japón como un simple regalo promocional con forma de oso terminó consolidándose como uno de los íconos más reconocibles del diseño contemporáneo. Con su silueta minimalista, su estética versátil y un historial de colaboraciones que va desde artistas de galería hasta marcas de moda callejera, Be@rbrick se ha ganado un lugar en vitrinas, subastas y museos de todo el mundo.

Pero, ¿qué lo hace tan especial? ¿Por qué hay quienes pagan miles de dólares por una figura plástica? En esta serie de artículos exploraremos el fenómeno Be@rbrick: su historia, su relevancia cultural, su rol en el mercado del arte y el streetwear y por qué, para muchos, es más que un simple juguete.

Pero antes… ¿Qué es un Be@rbrick?

A simple vista, Be@rbrick parece un juguete: una figura con cuerpo rectangular, orejas redondeadas y una silueta inspirada en un oso antropomorfo con panza. Cada figura de plástico viene acompañada de 9 partes: cabeza, torso, caderas, brazos, manos y piernas. Estas nueve piezas permiten ocho puntos de articulación. Es justo esta aparente simplicidad lo que lo ha convertido en un lienzo universal, capaz de cargar con colaboraciones, identidades visuales, referencias culturales y un fuerte valor simbólico.

Su historia comienza en el World Character Convention 12 celebrado en Tokio en el año 2001, cuando Medicom Toy, empresa japonesa especializada en figuras de colección, regaló el primer Be@rbrick a los asistentes: una figura de 70 mm completamente blanca, con el logotipo del evento en el pecho. Este gesto marcó el nacimiento de un fenómeno que hasta hoy sigue creciendo con cada lanzamiento y que ya no solo se limita al plástico, ya incluye madera, fieltro, metal y hasta plástico que brilla en la oscuridad.

El origen: de los Kubrick a los Be@rbrick

Pero lo que algunos coleccionistas ignoran es que Be@rbrick no fue el primer juguete lanzado por Medicom Toy. Para entender su origen, hay que remontarse a los Kubrick: una línea de figuras lanzadas en los años 90, inspiradas en LEGO y Playmobil, pensadas como lienzos personalizables para representar personajes del cine, cómic o arte. El nombre “Kubrick” ha generado debate; aunque muchos lo asocian al director Stanley Kubrick, el fundador de Medicom ha comentado que el nombre fue elegido más por su sonoridad y su estética tipográfica que como homenaje directo.

Be@rbrick nació como una variación del Kubrick, pero con una identidad propia: en vez de emular personajes humanos, su forma se estandarizó en ese inconfundible “oso” minimalista de panza prominente y proporciones constantes. Esta silueta, inalterada desde 2001, se convertiría en un lienzo perfecto para colaboraciones que desdibujan las líneas entre arte, diseño y juguete.

Tamaños de Bearbrick

Tamaños y formatos

Una de las características más llamativas del Be@rbrick es que su escala se mide en porcentajes, no en centímetros. El tamaño original, de 70 mm, es el llamado 100%, y a partir de allí se desarrollaron versiones más grandes o más pequeñas:

A lo largo de los años se han lanzado otros Be@rbricks en tamaños especiales como 70% (5 cm), en 2012 se produjo un “Be@rbrick Light” de tamaño 150% (10.5 cm) diseñado como llavero con luz incorporada.

La modularidad en tamaños permite que el diseño escale sin perder la esencia, y eso ha permitido a artistas y marcas experimentar con distintos formatos según la ocasión o la colaboración.

Además de sus distintos tamaños, Be@rbrick también se diversifica por temáticas visuales, agrupadas en series que se renuevan periódicamente.”

Series temáticas y patrones

Cada nueva serie de Be@rbrick se lanza en cajas “blind box”, donde el comprador no sabe qué figura le tocará. Estas series están divididas en categorías temáticas que reflejan tanto estilos como contenidos culturales. Según su definición más común (y basada en fuentes como Wikipedia y la propia Medicom), estas categorías incluyen:

Esta diversidad temática permite que los Be@rbrick funcionen como cápsulas culturales, pequeñas piezas que encapsulan momentos, estilos, colaboraciones o estéticas particulares, haciéndolos atractivos no solo para coleccionistas, sino también para fans del diseño, la música, el cine o el arte.

Primer Bearbrick

De regalo promocional a pieza de culto: la evolución de Be@rbrick

Aunque la primera figura de 2001 fue concebida como un regalo promocional, hoy en día los Be@rbrick representan una marca icónica, un símbolo del arte y la cultura pop con precios que llegan a las cinco o seis cifras, veamos algunos hitos importantes que los han llevado a ese nivel:

Bearbrick colaboriaciones

Be@rbrick y sus colaboraciones icónicas: cuando el arte y la cultura se cruzan en vinilo

Desde sus inicios, Be@rbrick se ha distinguido por sus colaboraciones que desdibujan las fronteras entre juguete, arte contemporáneo, moda y diseño industrial. Más que simples figuras decorativas, los Be@rbricks se han convertido en lienzos tridimensionales para artistas, casas de moda y marcas culturales de renombre mundial. Algunas de estas ediciones, inicialmente vendidas por precios accesibles, hoy alcanzan cifras impresionantes en el mercado secundario.

1. KAWS x Be@rbrick & OriginalFake: el inicio de una era coleccionable

Uno de los primeros artistas en colaborar con Medicom Toy fue KAWS, a través de su marca OriginalFake. Esta colaboración marcó un antes y un después en el estatus de Be@rbrick como objeto artístico de edición limitada. Las figuras con los característicos ojos “XX” de KAWS se convirtieron en íconos del coleccionismo urbano casi de inmediato. Algunas de estas colaboraciones hoy superan los $20,000 USD en subastas y ferias de arte urbano.

2. Be@rbrick x Coco Chanel: el lujo como cultura de diseño

Aunque no fue una colaboración directa en términos de producción en masa, el Be@rbrick Chanel es uno de los ejemplos más buscados y raros. Basado en el diseño clásico de Karl Lagerfeld y presentado en eventos de moda y exposiciones privadas, esta figura se convirtió en símbolo de status entre coleccionistas de lujo, moda y arte. Su precio puede superar los $30,000 USD, convirtiéndolo en uno de los Be@rbricks más valiosos del mundo.

3. Daniel Arsham x Hajime Sorayama x Be@rbrick: cuando el futuro se vuelve retro

Una colaboración única entre dos iconos del futurismo y el arte conceptual. Daniel Arsham, conocido por sus esculturas erosionadas, y Hajime Sorayama, maestro del realismo robótico y el erotismo metálico, crearon un Be@rbrick 1000% que parece salido de una utopía retrofuturista. Lanzado en 2020, este Be@rbrick destaca tanto por su potencia estética como por su consolidación como pieza de inversión dentro del arte contemporáneo alternativo.

4. Be@rbrick Crystal Minnie Mouse: el pop se viste de cristal

Una colaboración con Disney que empuja los límites del coleccionismo pop: la Crystal Minnie Mouse Be@rbrick, cubierta en cristales de Swarovski. Lanzada en edición limitada, esta pieza se vendió como parte de colecciones de alta gama y decoración de lujo. Combina nostalgia infantil con opulencia adulta, y suele alcanzar cifras cercanas a los $15,000–$20,000 USD.

5. Karimoku x Be@rbrick: la tradición japonesa en madera sólida

Karimoku, el célebre fabricante japonés de muebles artesanales, lleva colaborando con Be@rbrick desde 2011, transformando figuras en esculturas de madera maciza talladas a mano. Estas piezas representan una fusión única entre diseño moderno y técnicas tradicionales de carpintería japonesa. Con precios de salida que rondaban los $1,000–$2,000 USD, hoy algunos modelos alcanzan más de $20,000 USD en subastas especializadas.

6. Otras colaboraciones clave: entre el arte y la cultura pop

Bearbrick Exhibición

El legado de Be@rbrick: entre la moda, el arte y la especulación

Be@rbrick no es simplemente una figura de vinilo. Es un fenómeno que ha redefinido los límites entre el arte, la moda y la cultura popular. Su impacto en el streetwear es innegable: colaboraciones con marcas como BAPE, Supreme, Stüssy, atmos y Nike SB han convertido sus ediciones limitadas en objetos de deseo para una generación que se forma en el cruce entre el diseño, el coleccionismo y la identidad visual. En muchos sentidos, Be@rbrick es la representación tridimensional del ideal hypebeast: exclusividad, estética reconocible y alto valor de reventa.

Pero más allá del impacto visual o cultural inmediato, el universo Be@rbrick ha comenzado a infiltrarse en espacios tradicionalmente reservados para el arte de alto perfil: galerías, casas de subasta y colecciones privadas. En la segunda parte de esta serie exploraremos cómo estas figuras están siendo legitimadas dentro del ecosistema artístico global, analizaremos su comportamiento como activo de inversión y lo compararemos con el valor de obras creadas por los mismos artistas que las intervinieron.

Porque a veces, un oso de vinilo puede decir más del arte contemporáneo que un lienzo en la pared.

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